Como expliqué en el artículo anterior, llamamos
Inversión Extranjera Directa (IED) a los flujos de capitales provenientes de
otros países que ingresan al país para radicarse en forma de filiales de
empresas extranjeras o generar algún tipo de inversión en el país para producir
algún bien o servicio.
Estos flujos deben ser regulados por el estado
porque la IED tiene efectos positivos en la economía cuando amplía la capacidad
de planta de la industria, cuando ayuda a generar una matriz diversificada de
producción, cuando aporta conocimientos tecnológicos e innovaciones, cuando
crea puestos de trabajo de calidad, pero no cuando se dedica a extraer recursos
naturales sin agregar valor, y tampoco cuando la intención es remitir la
totalidad de las utilidades a sus casas matrices en el exterior.
En realidad el Estado Nacional debe regular u
orientar no sólo los flujos de IED, sino también la inversión privada de
capital nacional, ya que desde un enfoque heterodoxo de la economía, y vistos
los resultados nefastos provocados por el neoliberalismo, sin la intervención
del estado con políticas y regulaciones claras, el legítimo fin de lucro de los
empresarios puede generar inversiones especulativas y no productivas.
Como también se detalló en el artículo anterior,
las filiales de empresas multinacionales de capital extranjero, radicadas en
Argentina, remiten ganancias a sus casas matrices en el exterior, provocando
salida de divisas.
Al revés, las empresas de capital nacional que
poseen filiales en el exterior, remiten ganancias a nuestro país; pero estas
últimas son muchas menos que las primeras, en una economía que desde hace
décadas está extranjerizada, en un mundo dominado por las multinacionales.
La diferencia generalmente negativa entre las
ganancias en forma de divisas que entran y salen del país por este motivo se
denomina Rentas Netas del Exterior (RNE), y es uno de los componentes del Balance
de Pagos del país.
El otro componente fundamental del Balance de
Pagos es la Balanza Comercial y de Servicios, es decir la diferencia entre las
Exportaciones y las Importaciones de bienes (Balanza Comercial) y de servicios.
El Saldo de la Balanza Comercial argentina es
positiva desde 2003 hasta la actualidad, es decir que las Exportaciones superan
a las Importaciones.
El actual gobierno argentino logró un Superávit
Comercial importante en los últimos 9 años con las políticas de fomento a las
exportaciones con valor agregado.
Ese saldo positivo representa divisas genuinas
que ingresan al país, y es un saldo imprescindible para compensar el saldo
negativo de las Rentas Netas del Exterior (RNE).
Si al saldo positivo o superávit comercial le
restamos las RNE nos da que desde 2003 a la actualidad, hemos tenido 9 años
seguidos de Superávit en la Cuenta Corriente del Balance de Pagos, es
decir el superávit comercial proveniente de la diferencia entre exportaciones e
importaciones compensó de sobra el saldo negativo de las RNE.
En la década neoliberal de los 90, el saldo de la
Cuenta Corriente del Balance de Pagos era permanentemente negativo. Esto
significaba que el país vivía endeudándose, que la posición de Argentina era
deudora respecto del resto del mundo, y que el ahorro nacional no era
suficiente para financiar la inversión.
El saldo positivo que Argentina mantiene en la
gestión de Néstor Kirchner y Cristina Kirchner, representa la posibilidad de
desendeudamiento externo como se viene haciendo, representa una posición acreedora
y no deudora del país respecto del resto del mundo, y significa que el
ahorro nacional es más que suficiente para financiar la inversión, que además
necesitamos que aumente.
La política de restricciones a las importaciones
de bienes que se pueden comenzar a fabricar en el país, más allá de los
inconvenientes coyunturales que puede causar por alguna falta parcial de
insumos o cuellos de botella, es esencial para reindustrializar el país, para
nuestro desarrollo, y para mantener ese superávit comercial que nos da
soberanía económica.
En próximas notas, vamos a tratar un tema
relacionado, que es la política monetaria y cambiaria, para desterrar el mito
de que las regulaciones a la compra de divisas son negativas para la economía.
Toda intervención del estado en la economía que forme parte de una política de industrialización, de crecimiento “parados en nuestros propios recursos”, y de desarrollo con inclusión social, es positiva, necesaria y debe ser asimilada por los agentes económicos.
Toda intervención del estado en la economía que forme parte de una política de industrialización, de crecimiento “parados en nuestros propios recursos”, y de desarrollo con inclusión social, es positiva, necesaria y debe ser asimilada por los agentes económicos.
Me parece otro artículo de excelencia, muy relacionado con el anterior. Juan deja bien claro que las políticas de esta gestión kirchnerista dan por resultado un modelo de crecimiento, a diferencia de la década del 90, en que nos robaron todo! Excelente!
ResponderEliminarHay que seguir escribiendo así de claro Juan, para que la gente pueda comprender que la economía no es una ciencia "oculta", solo que requiere análisis.
ResponderEliminarLos artículos permiten ver claro el cambio de paradigma entre la década neoliberal y la actual gestión popular. Genial!
Muchas gracias Laura, gracias por seguir siempre el blog y por tus comentarios!
EliminarSe nota que te gustan los temas macroeconómicos! :D, esta muy completa la nota, y muy bien explicado, podría ser un muy buen texto para analizarlo en una clase!!! :D
ResponderEliminarAsí es, la Macroeconomía sirve para comprender la realidad. Todos los ciudadanos debiéramos tener una base de Economía. Y por supuesto que en las clases de MACROECONOMÍA analizamos con los alumnos artículos, no sólo mios, sino de otros autores que hay y muy buenos. Muchas gracias Nat!
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