Macri y la pérdida de la
Argentina
El presidente Macri suele decir que venimos
de 70 años de decadencia, y cuando lo dice hace referencia a los supuestos
gobiernos populistas como el primer peronismo de 1945 a 1955, y el kirchnerismo
de 2003 a 2015. El supuesto del discurso macrista es que estos gobiernos
derrochaban los recursos generando déficit fiscal crónico y alta
inflación.
Si alguien se cree este discurso es porque
no se molestó en consultar algo de la historia de esos últimos 70 años. En esos
70 años no fue el peronismo el único que gobernó la Argentina. Tuvimos también gobiernos
radicales y gobiernos militares, incluida la dictadura genocida de 1976-1983.
Los porcentajes más altos de inflación se dieron justamente durante la
dictadura militar, y luego en las “hiper” de Alfonsín y de Menem.
Un detalle más, de tantos que podríamos
citar para demostrar que no fueron los gobiernos populares los que generaron la
decadencia, es que durante el gobierno de Néstor Kirchner y durante los
primeros años de Cristina Kirchner, el estado nacional tuvo superávit fiscal,
desendeudamiento, y el país tenía superávit comercial, crecimiento económico,
disminución del desempleo y mejora en la distribución de los ingresos.
La actual crisis económica la generó el
gobierno de Cambiemos desde sus primeras medidas a pocos días de asumir, y lo
adelantamos en este blog.
Cuando liberaron el llamado “cepo”,
liberaron totalmente la entrada y salida de capitales. Pocos países en el mundo tienen esa falta absoluta de controles.
Junto con eso eliminaron la mayoría de las
necesarias retenciones a las exportaciones agropecuarias, generando una
ganancia super extraordinaria para las grandes exportadoras (no para el pequeño
productor), y la consiguiente traslación a precios internos de los alimentos de
la devaluación del tipo de cambio.
Un poco más tarde tomaron una decisión
inédita y muy perjudicial para un país que no fabrica dólares: permitieron a
los exportadores que no liquiden los dólares en el país, y hasta hoy estos
tienen la libertad de dejar las divisas
en el exterior.
La política monetaria de Cambiemos generó
una bicicleta financiera tan
terrible como la de la época de la dictadura militar. Las altas tasas de
interés, hoy en el 50 % anual, destrozaron a cientos de Pymes industriales, y
facilitaron la entrada de capitales
especulativos que permitieron una estabilidad artificial en el tipo de
cambio, mientras se fugaban al exterior
los dólares que el gobierno pedía prestados. En estos días este mecanismo se vuelve a activar.
Llegamos este año a endeudarnos con el FMI - organismo que le presta a los países que están hundidos, para hundirlos más - y
a resignar nuestra soberanía económica a las recetas neoliberales que el
gobierno de Estados Unidos tiene para Latinoamérica, pero no para ellos mismos.
La actual deuda externa es un récord histórico que está llegando al 100 % del
PBI. Las altas tasas de interés no permiten que haya inversiones productivas, y
tampoco las habrá porque están matando el consumo interno al provocar una pulverización
del salario real, y el aumento del desempleo.
Cambiemos provocó con sus políticas
económicas, y ahora poniendo de rodillas a la Argentina ante el FMI y el
gobierno de Estados Unidos, la actual crisis y decadencia de Argentina. Este
gobierno es quien generó el aumento de la pobreza que estamos sufriendo, el
incremento en la DESIGUALDAD, y la desindustrialización del país, y no es por
error.
Este siempre fue su proyecto: un país para pocos, exportador de
productos primarios, con una oligarquía agroexportadora y una banca
multinacional que resultan los únicos ganadores.
Por este camino vamos a ser cada vez más
dependientes y más pobres. Estamos perdiendo la república nuevamente.