jueves, 3 de mayo de 2012

La Administración del Comercio Exterior


En la nota anterior traté de definir sintéticamente qué es el Estado nacional, y sus diferencias con el estado neoliberal. 
Argentina transita en estos últimos 9 años la recuperación de un estado nacional, con fuerte crecimiento económico, mejora en sus indicadores sociales, con un proceso de desendeudamiento externo, en el contexto de un mundo donde las finanzas y la especulación financiera aplastan a la economía real.

Estamos recuperando un Estado nacional parados en nuestros propios recursos, y aunque aun nuestras exportaciones tienen un alto componente de productos primarios como la soja, va en aumento la cantidad de exportaciones de productos manufacturados tanto de origen agropecuario como industrial.

Ante el escenario internacional de crecimiento del PBI mundial promedio del 1 %, Argentina se plantea la necesidad de seguir creciendo a porcentajes más elevados que el promedio mundial, porque nos resta aun mucho camino para el completo desarrollo con equidad social.

Cambiar la matriz productiva del país, la transición de una nación exportadora de granos e importadora de insumos y bienes industrializados, hacia un país con una matriz de producción diversificada, donde todo lo que podamos producir en el país lo hagamos en el país, requiere de la administración del comercio exterior por parte del estado.


Es así que a partir de 2012 en Argentina, al igual que en otros países, el estado regula el comercio exterior, restringiendo las importaciones de bienes que se producen en el país o que pueden sustituirse por otros que se produzcan dentro del país.  Esto tiene dos objetivos claros:

1)      Cuidar el superávit comercial, es decir la diferencia positiva entre exportaciones e importaciones, y por ende el resultado de la cuenta corriente del balance de pagos, evitando desequilibrios externos. No olvidemos que el contexto externo recesivo, hace que muchos países del mundo con excedente de producción quieran colocar a bajos precios sus productos en Latinoamérica, lo cual nos perjudicaría seriamente, como ya nos ocurrió en la década del 90.  Debemos importar sólo lo necesario.

2)      Ayudar a la industria nacional a realizar el cambio profundo en la matriz de producción, aun a costa de generar algún cuello de botella transitorio. Si la medida no se tomaba a fondo, no íbamos a tener éxito en el proceso de industrialización que estamos transitando, y que llevará varios años más.

En conclusión, las medidas tomadas en Argentina, como las que tomaron en su momento otros países para desarrollarse, no sólo no son arbitrarias, sino que son parte de la política de un estado nacional que apunta a que el país siga creciendo sobre la base de nuestros propios recursos, capital y trabajo argentinos, generando más puestos de trabajo dignos, y por último requiriendo para este desafío lo que Aldo Ferrer llama la “gestión del conocimiento”, para lo cual es imprescindible darle valor a la educación y la capacitación de nuestros recursos humanos.

4 comentarios:

  1. Un placer Juan leer notas tan claras. Escribís de una manera tan estupenda como enseñás. Totalmente de acuerdo con la necesidad de regular el comercio. Un abrazo!-.

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    1. Muchas gracias por tu comentario Laura, y por tus conceptos! otro abrazo!

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  2. Me parecio excelente; y como vos decís, fomentando la industria nacional, se importa menos y se exporta mas; pudiendo generar así también puestos de trabajo!!; y más importante aún lo que dijiste a lo ultimo ; es imprescindible para ello darle valor a la educación y la capacitación de nuestros recursos humanos!!!! Porque sin acceso a la educación y a la capacitación por parte de las empresas las personas no pueden tener acceso a un trabajo que los dignifique

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    1. Muchas gracias Natalia por tu comentario! Así es, hay una clara relación entre progreso económico y EDUCACIÓN.

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