Pocas
veces nos hemos puesto a pensar por qué el dinero o por qué un billete, tiene
valor.
Antiguamente
el dinero estaba respaldado por oro, hoy eso ya no existe, ya que el dinero es
inconvertible.
Dicho
en forma simplificada, los Bancos Centrales de los países emiten dinero
manteniendo un mínimo de Reservas en otras monedas y en oro, y respaldando
dicha emisión en la producción del país (el PBI), que será comprada con dicho
dinero.
Por
lo tanto el dinero tiene valor porque las personas lo aceptan como medio de
pago, o sea que su valor reside simplemente en la confianza de que con ese
dinero podrán adquirir bienes y servicios.
La
política monetaria es el conjunto de decisiones que toma un gobierno para
regular el crédito, las tasas de interés y fundamentalmente la Oferta
Monetaria, que es la cantidad de dinero (ya sea en efectivo o en depósitos a la
vista) disponible para las transacciones económicas.
En
esta nota vamos a tratar de desterrar varios mitos, y aclarar algunas
cuestiones.
En
primer lugar, es falso que todo aumento en la emisión monetaria genere
inflación. Si la emisión de dinero está en relación al aumento nominal y real
del PBI no tiene por qué generar inflación. A lo sumo convalida los aumentos de
precios ya producidos.
Cuando
un gobierno aumenta la Oferta Monetaria se dice que tiene una política
monetaria expansiva. Esta expansión monetaria, siempre y cuando no sea
desmesurada, y acompañe el ritmo de crecimiento de la economía, permite el
acceso al crédito, a la inversión, y por lo tanto influye en forma positiva en
la economía real (mayor producción, más puestos de trabajo).
Lo
contrario es una política monetaria restrictiva, es decir reducir la Oferta
Monetaria, lo cual significaría que no haya dinero para consumir, por lo tanto
baja la inversión, baja la producción, aumenta el desempleo, y bajan los
precios. Es una forma un tanto inhumana de mantener la “estabilidad de los
precios”, a costa de generar desempleo.
Ya vimos en una nota sobre las causas
de la inflación, que existen otros factores que generan inflación, y que por lo
tanto la solución de políticas restrictivas recomendadas por los monetaristas
no sólo no es adecuada, sino que puede resultar nefasta para el bienestar
social.
En
esas notas hablamos sobre la inflación inercial, la inflación especulativa y la
inflación por puja en la distribución de ingresos, que no se solucionan con
recetas neoliberales. Requieren de mecanismos más complejos que lleven al
aumento de la inversión y de la Oferta de Bienes y Servicios.
Estados
Unidos de Norteamérica emite el dólar, la moneda de cambio más usada a nivel
internacional.
La
historia económica hizo que este país pudiera emitir muchos más dólares que su
PBI, por lo cual el planeta está inundado de dólares virtuales, sin ningún
respaldo. Este mecanismo le permite a EE. UU. encubrir y exportar su inflación
y sus déficits al resto del mundo.
Por
eso sería importante pensar en otra forma de ahorrar, y pensar a nivel Unasur,
en otras monedas para el intercambio comercial internacional. Depender del
dólar significa financiar los desequilibrios macroeconómicos de los EE. UU. con
nuestro esfuerzo.
Tenemos
una cultura del ahorro o atesoramiento de dólares, especialmente en Argentina
por la historia inflacionaria.
Durante
nuestra historia, la cotización del dólar se disparó muchas veces generando
pérdida del poder adquisitivo de nuestra moneda.
Actualmente
el Banco Central de la República Argentina tiene una política cambiaria de dólar administrado. El BCRA cuenta con
suficientes Reservas Oficiales como para comprar o vender dólares según sea
necesario para mantenerlo en niveles adecuados, por lo que no hay posibilidades
de una devaluación abrupta.
Las
últimas medidas del BCRA que disponen que para adquirir dólares en Argentina se
debe demostrar el origen de los fondos que se destinan a dichas compras, están
acordes a un país que actúa dentro de la legalidad.
Estas
medidas tan criticadas por los liberales, como siempre que el estado decide
regular algún elemento de la economía, tienen dos objetivos:
1)
Que
quienes compran dólares, deban poseer suficientes ingresos “en blanco”, es
decir declarados ante la AFIP, para justificar el origen de los fondos. De esta
manera quienes evaden impuestos en la economía informal no pueden adquirir
fácilmente moneda extranjera.
2)
Evitar
la llamada “fuga de capitales”, que en parte se produce cuando el público
decide cambiar todos sus pesos por dólares para atesorarlos, o cuando las
empresas hacen lo mismo o los envían al exterior. Con estas medidas las
empresas también tienen que demostrar mediante sus balances el origen de los
fondos que destinan a la compra de dólares u otra moneda extranjera.
Existen
otros mecanismos especulativos que algunos agentes económicos utilizan para
comprar dólares fuera del circuito legal. Es el famoso dólar ”blue”, o mercado
paralelo. Quienes compran y venden en ese pequeño mercado lo hacen en forma
ilegal. Representa actualmente menos del 10 % de las operaciones, de modo que
el valor de ese dólar paralelo no tiene significado para ser tomado como
referencia. Su valor, más alto que el oficial, varía por expectativas y
especulaciones que hacen subir su demanda respecto de la escasa oferta.
El
“Contado con liquidación” es otra operación, pero legal, que sirve a agentes
económicos que invierten en la Bolsa, para conseguir dólares a un costo más
alto, ya que hay de por medio una operación de compra y venta de títulos
públicos que cotizan en el exterior. Se compran en pesos en Argentina, se
transfieren a New York donde cotizan en dólares, y se venden.
Todas
estas operaciones implican un costo
mucho más alto para la obtención de dólares.
En
síntesis, respecto del dólar, Argentina no está en la etapa neoliberal de los
90 en que la cotización era un artificio que destruyó la industria y nos
endeudó en forma millonaria con el exterior, para luego estallar.
Argentina
tiene suficientes Reservas (actualmente más de 47.000 millones de U$S) en el
BCRA, de origen genuino, producto del superávit comercial, como para seguir
administrando el tipo de cambio.
Por
lo tanto, el tipo de cambio seguirá fluctuando según la política cambiaria del
estado nacional, con muy pequeñas devaluaciones a lo largo del año, que
permitan mantener la competitividad de la economía, tema para tratar en otra
nota, ya que la competitividad de la economía está dada también por otras
variables como la productividad.
Excelente nota!!! muy clara y concisa!!! lo voy a tomar como guia de estudio a su blog :D
ResponderEliminarUn honor para mi Natalia, gracias por seguir el blog y por tus comentarios!
EliminarOtro artículo de excelencia!! Para que los periodistas vendidos aprendan y dejen de publicar mentiras sobre el dólar y la economía argentina, que anda muy bien con este gobierno y con este modelo!!
ResponderEliminarRepresenta mi pensamiento! Excelente!!-.
Muchas gracias Laura!! Por seguir siempre el blog y por tus palabras!
EliminarHola Juan! Buenos articulos!! La duda que me queda es como hacemos para no ahorrar en dolares si todas las compras de bienes se cotizan en esa moneda? (inmuebles, automoviles) Muchas gracias
ResponderEliminarMaximiliano Z
Maximiliano, los controles se van a flexibilizar en algún momento, y quienes posean ingresos en blanco podrán adquirir dólares. Obviamente nunca más lo padrán hacer los que tienen sus ingresos en negro.
EliminarPero además nuestra moneda es el peso, no el dólar, de modo que vamos rumbo a una pesificación de la economía. Ya hay operaciones inmobiliarias que se pueden hacer en pesos. Debemos utilizar más el peso, y menos el dólar. En cuanto a los automóviles, hace rato que esas operaciones de compra-venta se hacen en pesos. El problema que resta por solucionar es el de los inmuebles, y vamos camino a eso..
Muchas gracias por tu comentario!!!